Indicadores de éxito CON ALUMNOS CON TDHA EN
PRIMARIA
A continuación presento una serie de pautas para los
docentes de Primaria.
Pautas para controlar la Atención
Forma de dar órdenes
• Deben ser breves, claras y
concisas.
• Mantener contacto visual con el alumno.
• Enseñar estrategias de autoinstrucciones
mediante el habla interna, para que el alumno
module su conducta a través del lenguaje.
Para ello, los niños deberán memorizar de forma gradual los
siguientes mensajes e incorporarlos a su trabajo diario:
- Escucho y pongo atención a lo que
tengo que hacer.
- Cuando leo, me fijo mucho.
- Pienso lo que tengo que hacer.
Marco un plan.
- Hago el ejercicio con cuidado. (Puedo
hacerlo bien…)
- Repaso con atención y corrijo
loque esté equivocado.
- Lo conseguí. (Soy bueno en esto…)
Motivación
• Hacer las actividades más
divertidas, rompiendo con la monotonía.
• Reafirmar y premiar conductas adecuadas.
• Transmitirle el concepto de
“ganar doble”: terminar una tarea ya es ganar, pero además, se le recompensará
por haber tenido la conducta adecuada.
• Hacerle comentarios a menudo
sobre lo que está haciendo (“así vas muy bien”, “estás teniendo un error”,
etc.). Es conveniente elogiar al niño cuando está concentrado. Para ello, se
puede seguir la técnica de la alabanza, que consiste en valorar al alumno aquello que ha hecho bien,
de forma descriptiva, sincera y positiva.
• Fomentar los premios, en lugar
de los castigos. Éstos hay que limitarlos a cuando sea necesario y sólo funcionan
si son muy inmediatos.
• Es primordial prestar atención
al alumno cuando realice algo positivo y reforzar sus acciones con el contacto
físico (abrazos, tocar el hombro, chocar la mano…).
Control de estímulos
• Sentar al alumno cerca del
profesor y acordar con él una señal que evite su distracción.
• Disminuir al máximo los
estímulos irrelevantes que haya en el aula, así como en su pupitre, y que puedan
distraerle. Al menos, apartarlos de su campo de visión.
• Transmitir la información de
manera explícita. Para ello, se pueden utilizar elementos que sirvan como
recordatorios (dibujos, fichas, notas, etc.).
• Es necesario enseñarles técnicas
para organizar el tiempo. Para que tengan constancia del mismo, hay que
materializarlo en objetos, como relojes, cronómetros, relojes de arena, etc.
Se pueden desarrollar las siguientes actividades:
• Elaborar un horario con el
alumno y pegarlo en su escritorio.
• Colocar un reloj de cartón, que señale
la hora en la que termina la jornada escolar. Completarlo con un cartel adjunto
en el que aparezca esa misma hora con palabras
y números.
• Utilizar un reloj que suene regularmente
Pautas para controlar la
Hiperactividad
Fomentar la actividad controlada
• Programar al alumno pequeñas tareas
o responsabilidades de ayuda al profesor, para eliminar la tensión y energía acumuladas por
permanecer quieto. Además, se refuerza su autoestima al sentirse útil para la
clase.
• Acordar que se levante hasta la
mesa del profesor para mostrarle los deberes. De este modo, mientras el resto
de compañeros permanece quieto en su pupitre, el alumno con Hiperactividad se
habrá desplazado en varias ocasiones.
Controlar los estímulos
• Reducir la cantidad de tarea y
establecer períodos de descanso.
• Desempeñar las tareas que
impliquen un esfuerzo mental después de periodos de esfuerzo físico, para que
el cansancio favorezca a su concentración.
• Materializar el tiempo con
relojes, cronómetros u otras herramientas similares para que tengan conciencia
del mismo.
• Permitir el murmullo y el
movimiento en el aula, encargándole tareas que le permitan levantarse cada cierto
tiempo (limpiar la pizarra).
Afrontar situaciones generales de manera
óptima:
• No hacer caso cuando el alumno realice
movimientos incontrolados o establecer algún tipo de señal con él de modo
amigable para que corrija su actitud sin necesidad de regañarle. Un ejemplo podría ser guiñarle un ojo.
• Evitar que los compañeros imiten
o animen al alumno con TDAH a realizar esos movimientos.
• Realizar un refuerzo positivo
ante las acciones correctas que lleve a cabo el alumno.
ando el alumno tiene
problemas para permanecer en la silla:
1
. Hablar con el niño para que explique por qué no puede estar sentado en su
silla. Es posible que el tamaño no sea apropiado para él y haya que cambiarla
por otra o, incluso, quizás sea mejor permitirle que le dé la vuelta para que
se siente a horcajadas.
2.
Permitirle una cierta movilidad en el aula. Una buena opción puede ser
delimitar un área con cinta adhesiva e indicarle que puede caminar dentro de
ella cuando quiera.
3.
Acordar con él un refuerzo positivo a cambio de quedarse sentado durante un
periodo de tiempo. Si no lo cumple, se l e retiraría temporalmente el
privilegio de poder hacerlo. De este modo, tendría que desarrollar sus tareas
de pie.
4.
Ser tolerante y dejar pasar algunas de sus actitudes, dado que es habitual que
los niños hiperactivos no puedan estar sentados por razones físicas.
Pautas para controlar la
impulsividad
Establecer las
reglas
• Deben definirse claramente las normas
generales del aula y explicar las consecuencias de su incumplimiento.
• Tienen que estar expuestas a la vista
de todos y que se recuerden a menudo.
• Desarrollar normas
personalizadas para el alumno con TDAH y hacer que antes de cada situación repita
en voz alta las que correspondan hasta que sean un hábito para él.
Segmentar las actividades
• Dividir los trabajos favorece a
la asimilación de contenidos, así como a la organización para ir realizando las
tareas. Se complementa con el uso de las autoinstrucciones para dirigir la
conducta.
• Fragmentarles el futuro,
indicándoles lo que llegará tras realizar cada tarea.
Recompensar las acciones correctas
• El refuerzo positivo es una
táctica de elevada eficacia para el control de la conducta.
• Para que sea efectiva, hay que
limitar esa recompensa a conductas determinadas.
• L a s recompensas s o c i a l e
s suelen ser más apropiadas que las materiales y tienen mayor efectividad.
• Establecer un sistema de puntos para
premiar al niño con TDAH cada vez que adopte una actitud correcta o consiga un
objetivo marcado. Se puede establecer un sistema similar para todo el aula.
• Ignorar las actitudes
inapropiadas (extinción de la atención) y, en el caso de que sean muy molestas,
utilizar, sin abusar, el “tiempo aparte”. Consiste en aislar al alumno durante
un tiempo determinado en un lugar sin estímulos y , una vez pasado ese tiempo,
retomar la actividad sin hacer mención a lo ocurrido. Es conveniente que se le
indique al alumno que este tiempo es algo positivo para él. El alumno se
sentaría lejos del resto de la clase durante un tiempo determinado:
• Generalmente, se establece un minuto apartado, por cada año que
tenga el niño. Por ejemplo, si tiene cinco años, permanecerá alejado cinco
minutos.
• Si ese tiempo no es suficiente, un segundo paso suele ser mandar al
alumno a que se siente fuera del aula. Regresará cuando él mismo considere que
está en condiciones de hacerlo.
• En caso de que los problemas persistan, el paso que sigue es enviar
al alumno a otra aula para que pase un tiempo lejos. Es apropiado asociarse con
otro profesor, a cuya clase se pueda ir a realizar otra tarea.
Fomentar la reflexión
• Pensar en voz alta puede ayudar
al alumno a generar un lenguaje interno que controle su conducta.
• Acostumbrarle a que cada vez que
vaya a realizar alguna tarea siga el siguiente esquema: Pensar, Decir en voz
alta y Hacer la actividad.
Pasos a seguir si el alumno está fuera de
control:
• Llevar al niño fuera del aula.
• Intentar que se tranquilice.
• A p l i c a r u n p r o t o c o l o d e intervención
individualizado que habrá sido acordado previamente c o n e l p s i copedagogo
o e l orientador del centro.